24 DE JUNIO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE CARLOS GARDEL
Fue la indiscutida voz de Buenos Aires. También su sonrisa. Y su
imagen. Sus jóvenes cuarenta y cinco años preanunciaban un largo
“reinado” en la adhesión y el afecto de la gente. Era el zorzal criollo.
Indiscutido y aclamado. Y como el ave, cantó hasta morir. Curioso: nació en
Francia y murió fuera de la Patria. Sin embargo, es imposible hablar de la
Argentina de este siglo sin mencionarlo. Tan nacional como el mate y el propio
tango, fue el paradigma de una época del canto popular. Quizás, como Enrico
Caruso, Maurice Chevallier o Frank Sinatra, Carlos Gardel personificó la
idiosincrasia de un pueblo que se autoreconocía en él
“Te glosó en poemas Carlos de la Púa/y el pobre Contursi fue tu amigo fiel; en
tu esquina rea cualquier cacatúa/sueña con la pinta de Carlos Gardel”, decía el
inolvidable “negro” Celedonio Flores de la esquina de Corrientes y Esmeralda
para acreditar su inexorable porteñidad. Y es que Gardel constituía un
prototipo más allá del canto: por propia presencia, por la sola “pinta”. Se
marchó en la lejana Medellín, en compañía del magnífico poeta que fue su
“cómplice" en la creación: Alfredo Lepera. Como si el dúo -guitarristas
incluidos- hubiera incorporado al Paraíso en su gira. Triste 24 de junio de
1935. Tétrico, sombrío, aplastante, para los argentinos. Desde entonces
Carlitos sólo nos sonríe en el celuloide, y nos acompaña desde el disco.
También desde entonces Dios disfruta, exclusivamente, de su canto.
OSCAR SBARRA MITRE (1941/2914)
Sbarra Mitre, O. (1999) “Efemérides de fin de milenio”. Biblioteca Nacional
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