Don Manuel Belgrano, a quien se podría considerar el precursor de nuestra escuela pública de primeras letras por su obra educativa en el Primer Gobierno Patrio, fue uno de nuestros padres fundadores el primero que puso un alerta sobre la educación de la mujer para que saliera del papel tan próximo a la servidumbre y la esclavitud en aquella Nación naciente. Fue un comienzo. Quizá ahora en el 2019 resulte poco, pero él fue en esto precursor. Belgrano preanunció el papel fundamental que tendría la mujer en el ejercicio docente en la nueva Nación:
“Hemos dicho que uno de los objetivos de la política es formar las
buenas costumbres en el Estado: y en efecto, son esenciadísimas para la
felicidad moral y física de una nación. (...) Pero ¿cómo formar las buenas
costumbres y generalizarlas con uniformidad? ¡Qué pronto hallaríamos la
contestación si la enseñanza de ambos sexos estuviera en el pie debido! Mas,
por desgracia, el sexo que principalmente debe estar dedicado a sembrar las
primeras semillas lo tenemos condenado al imperio de las bagatelas y de la
ignorancia.
(...) Todos estamos
convencidos de estas verdades. Ellas nos son sumamente dolorosas a pesar de lo
mucho que suple a esta terrible falta el talento privilegiado que distingue a
nuestro bello sexo y que tanto más es acreedora a la admiración cuando más
privado se halla de medios de ilustrarse.
La naturaleza nos anuncia
una mujer, muy pronto va a ser madre y a presentarnos conciudadanos en quienes
debe inspirar las primeras ideas, ¿y qué ha de enseñarles, si a ella nada le
han enseñando? ¿Cómo ha de desarrollar las virtudes morales y sociales, las
cuales son las costumbres que están situadas en el fondo de los corazones de
sus hijos?
¿Quién le ha dicho que esas
virtudes son la justicia, la verdad, la buena fe, la decencia, la beneficencia,
el espíritu, y que estas cualidades son tan necesarias al hombre como a la
razón de que proceden?
Ruboricémonos, pero digamos:
nadie; y es tiempo ya de que se
arbitren los medios para desliar un tan grave daño si se quiere que las buenas
costumbres sean generales y uniformes." Manuel Belgrano.
Una conexión feliz para nuestra historia de conquistas
sociales, dignidad humana y libertad que nos enseñaron nuestros fundadores…
Chalo Agnelli de "Maestros y Escuelas de Quilmes - 1666 / 2004" Ed. Jarmat, Quilmes. 2004. Pág. 16
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