“YO SOY EN LA MEDIDA EN QUE LOS OTROS SON TAMBIÉN”
La primera condición para qué
un ser pueda ejercer un acto comprometido está en que éste sea capaz de actuar
y reflexionar.
***
Si la posibilidad de reflexión sobre sí, sobre su estar en el mundo
asociada indisolublemente a su acción sobre el mundo, no existe en el ser, su
estar en el mundo se reduce a un no poder trascender los límites que le son
impuestos por el mismo mundo, de lo que resulta que este ser no es capaz de
compromiso.
* * *
No es posible hacer una
reflexión sobre lo que es la educación sin reflexionar sobre el hombre mismo.
Por esto, es preciso hacer
un estudio filosófico-antropológico. Comencemos por pensar sobre nosotros
mismos y tratemos de encontrar, en la naturaleza del hombre, algo que pueda
constituir el núcleo fundamental donde se sustente el proceso de educación.
¿Cuál sería este núcleo
captable a partir de nuestra propia experiencia existencial?
Este núcleo sería: el 'inacabamiento' o la 'inconclusión' del hombre.
El perro y el árbol son
también inacabados, pero el hombre se sabe inacabado y por eso se educa. No
habría educación si el hombre fuera un ser acabado. El hombre se pregunta:
¿Qué soy? ¿De dónde vengo? ¿Dónde puedo estar? El hombre puede autorreflexionar
sobre sí mismo y colocarse en un momento dado
en una cierta realidad: es un ser en búsqueda constante de ser más y como puede hacer esta autorreflexión se puede descubrir como un ser inacabado, que está en la búsqueda. He aquí la raíz de la educación.
en una cierta realidad: es un ser en búsqueda constante de ser más y como puede hacer esta autorreflexión se puede descubrir como un ser inacabado, que está en la búsqueda. He aquí la raíz de la educación.
La educación es una
respuesta de la finitud de la infinitud. La educación es posible en el hombre,
porque es inacabado y se sabe inacabado. Esto lo lleva a su perfección. La
educación, por tanto, implica una búsqueda realizada por un sujeto que es el
hombre. El hombre debe ser sujeto de su
propia educación. No puede ser objeto de ella. Según esto, nadie educa a nadie.
Por otra parte, la búsqueda
debe ser algo y debe traducirse en ser más: es una búsqueda permanente de sí mismo (yo no
puedo pretender que mi hijo esté más en mi búsqueda y no en la de él).
Sin embargo, nadie puede buscar
en la exclusividad individualmente. Este buscar solitario se podría traducir
en un tener más que es una forma de ser menos. Esta búsqueda debe hacerse con
otros seres que también buscan ser más y en la comunión con otras conciencias,
porque si no haría a unas conciencias objetos de otras. Sería “cosificar” las
conciencias.
Jaspers ha dicho: “Yo soy en la medida en que los otros son
también”.
El hombre no es isla. Es
comunicación. Luego, hay una relación estrecha entre comunión y búsqueda.
Compilación Chalo Agnelli
FUENTE
Freire, Paulo. "Educación y Cmbio" Ed. Búsqueda. Buenos Aires. Noviembre, 1979. PP. 8; 9; 21 y 22
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